En una era donde los juegos pretenden cada vez más ser algo parecido a una película, y las reviews de los mismos pretenden ser un texto sacado del Twitter de Arturo Pérez Reverte, tenía dos opciones, dejarme llevar por la tendencia, y comparar a Dante dando tortas con el ballet del Bolshoi – que tampoco es mala comparación – o hacerle justicia, y tratarlo como lo que es, un juego de los de hace una década, en el que lo más importante es lo te lo pases bien mientras repartes más ostias que el Papa en Semana Santa; y cómo puedes leer, voy a ir por la segunda vía, porque prefiero a leer Johnny Ryan antes que a Baudelaire.

The Devil Wears Espada

Después de once años esperando a que el mesías Itsuno nos bendijese con una entrega digna, y no la “herejía” – y esto lo pongo entrecomillado, porque como juego no es tan malo – ya no sabía que esperar. Sí, la cabeza pensante detrás de la tercera y cuarta entregas se entretuvo haciendo Dragons Dogma, y calentó al personal con Devil May Cry 4 SE, dejando bien claro que cuando se trata de hacer juegos de acción, sólo una persona le puede hacer sombra – ya sabes de quien hablo – pero lo que el público le pedía una nueva entrega del estiloso drama familiar de Capcom, y una vez más, Itsuno-San ha cumplido.

Desde la intro del juego ya nos queda claro a qué hemos venido, nada de dramas y pensamientos profundos, personajes torturados recorriendo mundos apocalípticos en busca de la receta de la sopa de cebolla, o intentos de replicar los planos de Kubrick. Aquí, tras una breve charla con Nico – más sobre ella en breve – Nero salta encima de una furgoneta que previamente ha salido volando, le pega un tiro en la cara a una cucaracha gigante y se dedica a danzar en el aire mientras dispara al resto de insectos mutantes a cámara lenta, todo esto bajo un tema que en otra situación sería una castaña, pero que aquí queda de narices, y para coronar todo, nos lanza una puya sobre el tabaco al terminar, sí, esto es Devil May Cry, estupidez y sinsentido, pero con mucho estilo, eso que quede claro siempre.

Pero obviamente, la estupidez extrema no es lo único que ha hecho a esta serie famosa, de hecho en su primera entrega, era hasta inexistente, lo que hace que muchos quisiéramos la vuelta de Dante, Nero, y compañía es la posibilidad de hacer combos imposibles que dejan a la altura del betún al vídeo de más arriba es lo que nos mantendrá pegados al mando durante varias horas. Y como Nero es el prota, voy a comenzar con el manco.

Three Amigos

Porque sí, en esta ocasión, Nero ha perdido su Devil Bringer – todo ello explicado en una “dramática” escena – y claro, de alguna manera tendrá que comer, dar tortas y tocar…….¿el piano? Así que Nico, su nueva compinche, la cual también hará las veces de tienda para comprar armas o habilidades apareciendo de manera estelar – en serio, cada entrada es delirante – con su frigoneta en los lugares más insospechados tras hacer una llamada teléfonica desde una cabina roja, porque el juego se supone que está basado en Londres, y ahora que lo pienso, a lo mejor es una profecía de lo que nos espera tras el Brexit. Esta, rauda y veloz le ha montado una mano biónica, el Devil Breaker, que viene a ser como una navaja suiza, pero de tienda de todo a un euro, deja que explique está tontería de comparación.

El primero de nuestros atractivos héroes – porque seamos realistas, todos los actores que han buscado están para mojar pan, y lo que no es pan también – sigue teniendo a Red Queen, la espada motorizada que puedes acelerar en medio del combo, o su Blue Rose para seguir disparando a jetos de bichos del averno, e incluso mantienen los movimientos que ya tenían en la anterior entrega, pero el invento de la sureña es ahora la base del combate de Nero. ¿Qué nos permite hacer el cacharro? De todo: con Gerbera, daremos tortas eléctricas que ríete tu de Thor, Punch Line, te conviertira en Mazinger Z, lanzado tu puño para ostiar al mal, y como estamos en el juego que estamos, podrás reclamarlo y surfearlo a lo Kelly Slater mientras golpeas melones ajenos, ¿todo es demasiado rápido? Usa Ragtime para ralentizar el tiempo; y como estas, varias opciones que no voy a destripar, porque a cada cual es más loca que la anterior y que abren nuevas opciones de juego. Pero claro todo esto suena muy bien ¿dónde está eso de que es de tienda de un euro? Pues resulta que no son infinitos, si nos golpean mientras los usamos, se rompen, y tendremos que usar el siguiente, siendo esta una de las dos formas de cambiar de modelo, esta y reventarlo con un movimiento especial. Esto al principio puede parecer una tontería y un tedio, pero una vez te acostumbras puedes equipar sólo tus favoritos, e ir sobre seguro, o por otra parte, dedicarte a experimentar con todos a la vez, y sembrar el pánico entre las filas enemigas y añadir una nueva capa jugable la cual da más profundidad a Nero.

Habiendo sacado el tema de la profundidad, preparad el submarino, porque nos vamos a una sima llama Dante, porque el madurito interesante es algo demencial a nivel de posibilidades, tanto que usa TODOS los botones del mando para algo, cambiar de estilo, arma o incluso estado de ánimo. Como ejemplo sus utensilios de caza, si las armas del otro albino te parecen, como poco, curiosas, en este caso ya rozan la absurdez extrema. Al principio pensaba que después de Alastor en la tercera entrega la cosa no podía alcanzar ese nivel – sí, Pandora´s Box del 4 era curiosa – pero es que en este, por suerte, la cosa ha alcanzado nuevas cotas: si uno tiene una espada motorizada, el otro tiene una puñetera moto, Cavaliere. Sí, una moto que partes en dos para ostiar, y que como es una idem, puedes montar mientras le pasas la rueda, con fuego, por el jeto al pobre enemigo de turno. ¿Te parece poco? Pues espérate a conseguir a Doctor Faust, otra creación de Nico, cuya introducción, y uso, te dejará pensando que tipo de sustancias andan por el estudio que ha creado esto. A estos hay que añadirles los clásicos de toda la vida como Balrog, Ebony & Ivory, Rebellion y demás piezas del arsenal mítico.

También de vuelta están los estilos, así que podrás seguir parando el golpe de un enemigo con Royal Guard, teletransporte al de al lado con Trickster, provocar a tu enemigo para luego mantenerte en el aire con Gunslinger, y rematar la faena con un bonito combo de Swordmaster. Las posibilidades con Dante son tan amplias, que podría hacer una review de 4 páginas sólo hablando de las cosas que puedes llegar a hacer con él, y aún me faltaría espacio, es literalmente un regalo para quien busque un reto a la hora de dominar un juego, y una vez lo consigues, el resultado es algo como esto.

Pero no todo el mundo tiene cuatro manos, y las cosas “simples” no tienen por que ser menos estilosas, y para eso tenemos al último personaje, para eso, y para volver a pensar que pasa por la cabeza de Itsuno, porque no nos engañemos, V es un rarito, él, como personaje con su rollo emo lector, y sus amigos y la forma que tiene de usarlos para defenderse.

Porque en su caso, él no se va a manchar la manos, ha venido a leer su libro, los que lo harán son unos viejos conocidos: Shadow, la pantera, Griffon el pajarraco – que es otra nota de humor más añadida al juego, con sus bromas continuas – y Nightmare, el gigante que arrasará con todo. Mientras V se queda a un lado, tu te dedicarás a darles órdenes a los dos primeros, Griffon es equivalente al ataque a distancia, Shadow, el cuerpo a cuerpo, y lo mejor de esto, es que ambos mantienen sus ataques del primer juego, rayos y centellas por la parte del primero, y transformaciones en diferentes objetos punzantes por la parte del segundo, lo cual añade una nota más de fanservice – y no son pocas las referencias a anteriores entregas – al juego. ¿Y qué pasa con Nightmare? En su caso es diferente a su versión original, del trenecito chuchú hemos pasado a un golem que da tortazos a lo Hulk, y lanza rayos láser para destrozar todo a su paso, pero el cual sólo podremos usarlo cuando tengamos completa la barra de Devil Trigger, la cual podemos llenar mediante items, combos, o la mejor manera, leyendo el libro mientras los otros dos se encargan de lo que halla en pantalla en ese momento.

Pero esto no es todo, para que nadie diga que él es un bohemio que vive del cuento, V tendrá que dar el golpe final, ya que sus creaciones no son capaces de acabar con los enemigos por sí mismas, así que cuando los enemigos están debilitados, él se teletransportará hacia ellos y acabará con su miseria a golpe de bastón mágico, chúpate esa Antonio Gala.

Como puedes ver, controlar a V es bastante diferente a lo que estamos acostumbrados, pero es bastante curioso como es el personaje más “sencillo” de usar, si quieres aporrear botones, podrás hacerlo y conseguir un rango SS, y hasta SSS, sin mucha complicación en los niveles más básicos de dificultad, y si quieres ser más técnico, también podrás lucirte, pero no tanto como los otros dos, ya que su catálogo de movimientos es algo más limitado, a lo mejor también deberían de haber añadido a Phantom para el jolgorio del personal.

All Hell Breaks Loose

Ahora que sabemos qué hacer en esto, ¿qué pasa con el resto de cosas que hacen de un juego algo bueno o malo, escenarios, historia, etc? Pues bien, si has comprado un Devil May Cry esperando una historia digna de Oscar, me parece que no sabes donde te metías, esto es como una película de Michael Bay, explosiones – tortas en este caso – y chascarrilos estúpidos, y lo mejor de todo, es que creo que es la mejor, o la más coherente al menos, de la saga, porque aquí al menos te explican las cosas que están pasando de una manera más o menos decente, no como en otros. Básicamente hay un demonio muy malo que quiere destruir el mundo, y nosotros tenemos que patearle el culo, fin de la historia.

Tras esta profunda explicación de los motivos para convertirnos en cazademonios, podemos hablar sobre cómo vamos a revivir semejante aventura. Bien, el juego se desarrolla mediante flashbacks flahsforwards, o sea, un pasito pa’lante, un pasito pa’tras, durante un día – y ríete de tu de lo que tuvo que hacer Jack Bauer en el suyo – durante más de 20 capítulos en los que controlaremos a cada uno de los protagonistas. En algunos tendremos la opción de elegir, pocos, porque lo normal es que cada uno tenga los suyos ya predefinidos, lo cual se entiende a nivel de historia, pero al terminar el juego, también podían dejarte usarlos a tu libre albedrío. Dichos capítulos, como ya he dicho arriba, se desarrollan en un “supuesto” Londres, y, al principio, todo es bastante impresionante, ya que el RE Engine no solo sirve para esculpir los rostros dignos de deidades griegas de nuestros protagonistas, sino que también permite recrear de una manera bastante fiel la ciudad, pero en vez de tener a borrachos a las diez de la noche, tenemos demonios casi tan feos y peligrosos como los primeros.

El tema es que la primera impresión se queda en eso, porque la variedad es bastante limitada, del centro de la ciudad pasaremos al metro, unas ruinas cochambrosas, y luego ya el mundo de los demonios, que es eso, un mundo de demonios con sangre y sus cosas típicas, todo ello un poco aburrido y rojo; y por si no fuera suficiente, la gran mayoría son tremendamente cortos. Todo esto me ha hecho echar de menos el castillo basado en Gaudí del primero, el cual tenía mucha más clase como localización.

La carencia de personalidad de los escenarios también se puede aplicar a los enemigos, los cuales, quitando algunos jefes – y cuyas batallas son bastante épicas si sabemos jugarlas, como la del capítulo 11, por ejemplo – son bastante aburridos, lagartos gigantes, hormigas mutantes con caras humanas o murciégalos en llamas serán carne de cañón, y espada, durante nuestras andaduras. Hay alguna aparición de antiguos conocidos que siguen manteniendo el tipo, pero en general todo es bastante anodino, de hecho, creo que hasta el 4 era mejor en este apartado, refrito de niveles incluído.

Tampoco ayuda a lo anterior que los niveles de dificultad desbloqueados por defecto sean tremendamente fáciles, con la excepción de un capítulo algo complicado ya en la parte final, pero el resto, es un paseo por el parque. Entiendo que la primera partida sea la primera toma de contacto con las mecánicas, niveles, etc, algo pero algo más de oposición por parte de los enemigos tampoco estaría de más, que aún recuerdo el encuentro con Phantom en la primera entrega, y como nos puso en nuestro sitio a más de uno.

¡Ah! Se me iba a olvidar, para que se parezca más a un videojuego moderno ™ A Capcom le ha dado por meter microtransacciones, pero espera, antes de irte al foro de turno y empezar a acordarte de la familia de la gente que ha hecho el juego, estas son una completa estupidez, y se limitan a la posibilidad de comprar orbes para tener que evitar el “esfuerzo” de conseguirlas en el juego, y lo pongo así, porque en mi primera partida tuve suficientes para desbloquear todas las habilidades con la excepción de las provocaciones especiales, que valen treinta millones por cabeza, pero que tras conseguir cierta arma es algo totalmente factible echándole un rato más.

El otro añadido moderno, es un “modo online”, en el cual, cuando dos de los personajes crucen sus caminos en el mismo nivel, uno de ellos seremos nosotros, y el otro, alguien que esté jugando al mismo tiempo en ese nivel. Si eres un asocial, como en el caso del que se suscribe, el otro personaje será un fantasma se una de nuestras partidas.

Bang Bang Bang, Pull my Devil Trigger!

Devil May Cry V deja muy claro desde su comienzo su objetivo, y como esta review, lo que quiere es hacerte pasar un buen rato mientras haces el cabra, y ya está, sin más, sin ninguna pretensión ni añadidos, es jugabilidad en su estado más puro, y es un gran ejemplo de otros tiempos en lo que más se valoraba era eso mismo.

Sí, los niveles no son espectaculares, la historia es tonta hasta decir basta y los enemigos podrían ser mejores, pero a día de hoy, tanto si eres de los que buscan un juego de acción en el que invertir horas, con el que llenarte de orgullo y satisfacción al llegar a hacer cosas como el enlace de antes, o simplemente eres de los quieren desconectar el cerebro y divertirte mientras provocas el caos en la pantalla, este es el mejor ejemplo que puedes encontrar en la actualidad de aquellos juegos que muchos echamos en falta, y desde aquí mi agradecimiento a Itsuno y sus compinches, porque si eso es lo que pretendían, lo han conseguido otra vez.